martes, 6 de noviembre de 2012

La civilización griega


Los griegos constituyen uno de los fundamentos culturales de la civilización occidental. Entre sus logros podemos señalar el desarrollo de la democracia como sistema político, el aporte al pensamiento filosófico, científico, y sus reflexiones y creaciones artísticas.
¿Quiénes fueron los griegos? Una interesante respuesta la entrega el historiador M.I. Finley en su texto Los griegos de la antigüedad:
“El pueblo de habla griega, emigrando hacia el sur, allá por los albores del segundo milenio antes de Cristo, casi seguramente con anterioridad al año 1900, entró en la península que andando el tiempo habría de llamarse Grecia. Fuese cual fuere el nivel de su cultura cuando sus gentes realizaron esta entrada, lo cierto es que, a partir de entonces, contribuyeron a configurar la técnicamente avanzada civilización del período de la Edad del Bronce, que se suele denominar Micénico (1400-1200) y que tuvo sus centros principales en el Peloponeso -la parte sur de la Grecia continental- en sitios como Micenas, Argos y Pilos. El reciente desciframiento de su escritura silábica -conocida por el nombre de “Lineal B”- ha puesto en claro que, al menos en los palacios, su lengua era una forma arcaica del griego.
Los griegos nunca se llamaron a sí mismos, en su propio idioma, «griegos»; esta denominación proviene del término con que los romanos los designaron: graeci. En la época micénica (a juzgar por los monumentos hititas contemporáneos) parece que eran conocidos por el nombre de aqueos, uno de los varios nombres que se les da aún en los poemas homéricos, la más antigua literatura griega que se ha conservado.
Durante el transcurso de la llamada Edad Oscura, o quizás al acabar ella, el término “helenos” reemplazó constantemente a todos los demás, y ‘Hélade’ pasó a ser el nombre colectivo que se aplicaba al conjunto de los griegos. Hoy en día, Hélade es el nombre de un país, como Francia o Italia. En cambio, en la antigüedad, no había nada parecido a esto, nada a lo cual los helenos pudiesen referirse como a “nuestro país”. Para ellos, la Hélade era esencialmente una abstracción, igual que en la Edad Media, la cristiandad, o “el mundo árabe” en nuestros tiempos, pues los griegos antiguos nunca estuvieron todos unidos política y territorialmente.
La Hélade se extendió por un área enorme, que abarcaba, hacia el este, el litoral del mar Negro, las zonas costeras del Asia Menor y las islas del mar Egeo, la Grecia continental en el centro, y, hacia el oeste, la Italia del Sur y la mayor parte de Sicilia, continuándose luego por las dos riberas del Mediterráneo hasta Cirene, en Libia, y hasta Marsella y algunas localidades costeras de España. A grandes rasgos, esta área venía a formar como una gran elipse, cuyo eje mayor era la longitud del Mediterráneo, con el mar Negro como prolongación; una elipse muy aplastada, puesto que la civilización griega se desarrolló y floreció al borde del mar y no tierra adentro.
Todos aquellos griegos tan diseminados por lejanos confines tenían conciencia de pertenecer a una cultura común: ‘siendo nosotros de la misma raza y de igual idioma, comunes los altares y los ritos de nuestros dioses, semejantes nuestras costumbres’, decía Herodoto (VIII, 144).”
Esta civilización se desarrolló a lo largo de varios siglos y para conocer sus distintos momentos se la ha dividido en períodos. Sus orígenes se remontan a finales del tercer milenio a. de C., primer período que se denomina época arcaica. El siglo V (conocido como el siglo de Pericles) y el IV a. de C., fueron de máximo florecimiento y se conocen como las épocas clásica y helenística.
Desde el siglo VII a. de C., los griegos establecieron colonias a lo largo de una extensa región del Mediterráneo, lo que les permitió entrar en contacto con variadas culturas, hecho que enriqueció el helenismo como expresión cultural. En este contexto de relaciones culturales, los griegos conquistaron Asia Menor, donde entraron en contacto con los Persas, lo que les permitió establecer un vínculo con el milenario Oriente, de donde extrajeron una serie de elementos  importantes para su bagaje cultural. Hay que mencionar que todo esto ocurrió gracias a las llamadas Guerras Médicas. (enfrentamiento bélico entre las polis griegas y los persas).
En el plano cultural, los griegos han hecho un gran aporte a la civilización occidental. Para ellos, el hombre era “la medida de todas las cosas”, el centro del Universo, y fue esta mirada antropocéntrica la que pasó a formar parte de la cultura universal llamada “occidental”.
M.I. Finley, respecto de la filosofía griega escribe: “la religión griega tenía ya una larga historia cuando se escribieron las obras en que hoy podemos leer las primeras referencias a ella: la Ilíada, la Odisea y la Teogonía de Hesíodo. No así la filosofía griega: la clase de indagaciones sobre la naturaleza del universo iniciadas por los filósofos jonios de Mileto a comienzos del siglo VI fue algo enteramente original. A partir de entonces, siguieron los griegos dedicándose con ahínco a la filosofía hasta finales de la Antigüedad.
¿Qué es el mundo? ¿Qué es el hombre? Semejantes preguntas no eran nuevas, pero antes las respuestas a ellas habían sido míticas. Leyendas que tenían a menudo un carácter genealógico similar a éste.” (M.I. Finley. Los griegos de la Antigüedad).
De esta manera, la filosofía griega, que buscó una explicación racional de las cosas, reflexionó inicialmente acerca de las preguntas fundamentales del ser humano, y sus respuestas complementaron las que se habían propuesto desde las diversas explicaciones religiosas del mundo antiguo; sin duda alguna, esta cultura significó un importante aporte al posterior desarrollo del pensamiento occidental. Dentro de los filósofos griegos se destacan Heráclito y Parménides, que estudiaron la naturaleza; Sócrates, que estudió al ser humano; y Platón y Aristóteles, que estudiaron las formas del conocimiento, entre muchas otras cosas.
Los griegos dejaron grandes nombres en todas las ramas del saber: Hipócrates en la medicina; Heródoto, Tucídides y Jenofonte en la Historia; Esquilo, Sófocles y Eurípides en el teatro.
Pero uno de los más importantes aportes históricos del mundo griego fue, sin duda, su experiencia política. Atenas, una de las ciudades más importantes de la península Balcánica, implementó a lo largo de su historia una serie de sistemas de gobierno que actuaron como antecedentes del sistema democrático. Para ello, los griegos crearon en distintas épocas de su desarrollo una serie de instituciones que se fueron perfeccionando a lo largo de su historia.
La primera forma de gobierno fue la monarquía, que se estableció en las antiguas civilizaciones minoica y micénica y en las primeras polis de la península griega. Este tipo de gobierno fue sustituido por otras formas: primero la aristocracia, después la tiranía y por último la democracia.
En la Atenas del siglo VII a. de C. se instaló un gobierno aristocrático, en el que el Concejo Real fue substituido por el Areópago. Esta institución correspondía al órgano supremo de gobierno, formado por todos los que eran y habían sido arcontes, que eran personas encargadas de las distintas tareas del gobierno, todas ellas, pertenecientes a la aristocracia ateniense.
Después de una época en que legisladores como Dragón y Solón permitieron la consolidación de la oligarquía, en el siglo VI predominó la tiranía como forma de gobierno. Esta fue  la  expresión  de  los  deseos  populares  de  librarse  del  poder  de  las oligarquías, que los habían dominado durante décadas. Así, a finales del siglo VI a. de C. se logró implementar la democracia en Atenas, gracias a la obra de gobernantes famosos como Clístenes y Pericles.
Las principales instituciones del gobierno ateniense eran:
La Asamblea Popular o Ekklesía, en la que participaban y podían ejercer el derecho a voto los ciudadanos varones mayores de 18 años. Este órgano de poder fue uno de los más importantes de la democracia ateniense, sin embargo, las mujeres, los extranjeros y los esclavos no podían participar en ella. Este detalle ha llevado a diversos autores a definir a este sistema democrático como eminentemente aristocrático, donde solo una minoría podía participar.
El Consejo de los Quinientos o Boulé, que ejecutaba las decisiones que adoptaba la Ekklesia.
El Arcontado, órgano colegiado de gobierno (de varios integrantes), formado por nueve arcontes. Los tres primeros se repartían las funciones que antes correspondían a los reyes y correspondían al arconte rey, encargado de los asuntos religiosos; el arconte polemarco, que dirigía los ejércitos; y el arconte epónimo, que velaba por los derechos de las familias, además de dar su nombre al año (por este motivo se denominaron “anárquicos” o “anarquías” los años que no tuvieron arcontes epónimos). A partir de las reformas de Solón, los arcontes no tenían que pertenecer necesariamente a la clase de los aristócratas, pero sí tenían que ser elegidos entre los ciudadanos ricos.
El Areópago, ejercía las funciones judiciales, resolviendo los casos de especial gravedad, como los homicidios; además, controlaba a los magistrados.
A partir de estas instituciones, cada una con una función específica, se comienza a desarrollar, de alguna u otra manera, la idea de la independencia de los poderes del Estado.
Es importante resaltar el carácter limitado de esta democracia, si se piensa en que solo podían participar los hombres mayores de 18 años. Sin embargo, y a pesar de aquello, los atenienses inauguran este tipo de gobierno participativo que consideraba la discusión y el intercambio de ideas como fundamento para sus relaciones políticas y sociales.
Con respecto a la participación ciudadana, es importante destacar que la mujer tuvo en Atenas un importante rol en el espacio privado, no así en el público, que se caracterizó por ser un área eminentemente masculina. Los hombres manejaban lo público, lo político y todo lo que se refería al poder de la ciudad y a la discusión de asuntos de Estado.
A modo de síntesis sobre la organización social de Atenas se puede decir lo siguiente:
En Atenas, y en la mayoría de las polis de la Hélade durante la época clásica, los habitantes se dividían en Ciudadanos (los únicos que gozaban de todos los derechos); Metecos o extranjeros, dedicados a actividades como la artesanía y el comercio; y Esclavos, que eran quienes llevaban a cabo los trabajos más pesados en la agricultura, la minería o en los hogares de los sectores más pudientes de la ciudad.
Los niños y las mujeres se concentraron en los espacios privados y no participaron de las decisiones de orden político.
Si quieres tener más información sobre la democracia, la tiranía y la política en Grecia, puedes visitar las siguientes páginas:

Aportes culturales de la civilización griega
El desarrollo de los griegos en ciudades independientes (llamadas Polis) incentivó en ellos un fuerte individualismo, pero también una marcada valoración por el hombre, lo que los llevó a desarrollar y destacarse en una serie de realizaciones, las cuales se convirtieron en un verdadero legado para el mundo occidental. Entre ellas se destaca:
El Arte: en esta actividad se plasmó claramente el ideal griego de “nada en exceso”, ya que por ejemplo, en la arquitectura no hubo grandes construcciones monumentales, pero si una serie de edificios públicos vinculados a la vida cotidiana en las ciudades. En estas construcciones fue común el uso de las columnas con distintos estilos (Dórico, Jónico y Corintio).
columnas
(Columnas de estilos Dórico, Jónico y Corintio)
También la escultura tiene un lugar destacado y en ella se aprecia el valor que tenía para los griegos el ser humano, el cual se representa generalmente desnudo y armónico en su composición anatómica. Entre los principales escultores del mundo griego se destacan Fidias y Mirón.
discóbolo
(El Discóbolo, Escultura de Mirón)
La Filosofía: el “amor a la sabiduría” comenzó en los griegos, como la búsqueda por encontrar la sustancia básica de que está compuesto el Universo (Por ejemplo, para Tales era el agua, en cambio para Anaxímenes era el aire).
Durante el período Clásico, los filósofos se dedicaron a reflexionar sobre el hombre (período antropológico), destacándose las figuras de Sócrates, Platón y Aristóteles.
Sócrates planteó el conocimiento de uno mismo para ser más sabio y virtuoso. Fue acusado de corromper a la juventud, por lo que fue condenado a beber cicuta. Platón fue discípulo del anterior (de hecho los datos que se conocen de Sócrates son a través de los Diálogos platónicos). Planteó la existencia de una serie de elementos ideales que debían regir la conducta de los hombres.
Aristóteles fue discípulo de Platón, pero a diferencia de su maestro, no fue idealista sino que realista. Se dedicó a estudiar una serie de temas, entre los que destacan, la lógica, la metafísica, la política y la biología.
El Teatro: esta actividad surge en el período Clásico griego y está estrechamente ligada a las festividades religiosas en honor al dios Dionisio (dios del vino y de las fiestas). En este tipo de actos, al aire libre, se desarrollaron Tragedias, las cuales eran obras de desarrollo algo tenso y que terminaban en un desenlace trágico, en donde se destacaron autores como Sófocles (autor de “Edipo Rey”), Esquilo (autor de la “Orestíada”) y Eurípides (autor de “Las Bacantes”). También las Comedias cumplían un rol importante, ya que en ellas se caricaturizaba a la sociedad y a la política griega, cumpliendo un sentido opuesto a la tragedia. En este tipo de teatro se destacó Aristófanes (autor de “Las aves”, en donde se realiza una crítica al imperialismo de Atenas).
Las Ciencias: a pesar de que los griegos, en algunas áreas, no fueron creadores, si se dedicaron a establecer algunos teoremas, como por ejemplo Pitágoras en Matemática. En el caso de la Medicina, esta nació en Grecia debido a que Hipócrates consideró que las enfermedades no se asociaban a prácticas mágicas sino que a causas de tipo natural.
La Historia también tiene un papel destacado en Grecia, surgiendo como investigación y ya no como un simple relato de acontecimientos. Sus principales exponentes fueron Heródoto y Tucídides.
La Democracia: tal como se ha explicado más arriba, el principal aporte político al mundo Occidental fue el desarrollo del sistema democrático en la polis de Atenas. De acuerdo a Pericles, quien es considerado el principal exponente de este régimen, en Atenas…
Disfrutamos de un régimen político que no imita las leyes de los vecinos; má que imitadores de otros, en efecto, nosotros mismos servimos de modelo para algunos. En cuanto al nombre, puesto que la administración se ejerce a favor de la mayoría, y no de unos pocos, a este régimen se lo ha llamado democracia; respecto a las leyes, todos gozan de iguales derechos en la defensa de sus intereses particulares; en lo relativo a los honores, cualquiera que se distinga en algún aspecto puede acceder a los cargos públicos, pues se lo elige más por sus méritos que por su categoría social; y tampoco al que es pobre, por su parte, su oscura posición le impide prestar sus servicios a la patria, si es que tiene la posibilidad de hacerlo.”
(Extracto del discurso fúnebre de Pericles en honor a los caídos en las Guerras del Peloponeso. En Tucídides. La Guerra del Peloponeso)
Los Juegos Olímpicos: Constituían la fiesta religiosa más importante en el mundo griego, en la cual,  desde las distintas ciudades, acudían sus representantes para competir en carreras, luchas, lanzamiento del disco, entre otras pruebas. A pesar de que han cambiado demasiado con el tiempo, su origen esta en la civilización griega.

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