"El poder de la belleza"
Cómo el maquillaje hace que una mujer se vea más "competente"
¿Es posible manipular la primera impresión acerca de uno?
La Nación
Investigadores evaluaron el efecto que tiene sobre el juicio acerca del desempeño
Por Catherine Saint Louis | The New York Times
NUEVA
YORK.- ¿Desea más respeto, confianza y afecto por parte de sus
compañeros de trabajo? Usar maquillaje aparentemente puede ayudar.
Aumenta la percepción que la gente tiene de la simpatía de una mujer, de
su capacidad y (con tal que no exagere) de su confiabilidad, afirma un
reciente estudio. Todo esto confirma lo que es obvio: que los cosméticos
acentúan la atracción de una mujer.
Desde hace mucho, se sabe
que los rostros simétricos son considerados más atractivos y que la
gente supone que las personas apuestas son inteligentes y buenas. Hay
también alguna evidencia de que las mujeres se sienten más seguras
cuando usan maquillaje, una especie de efecto placebo, afirmó Nancy
Etcoff, principal autora del estudio y profesora de psicología clínica
de la Universidad de Harvard. Pero hasta ahora ningún estudio había
destacado que el maquillaje pudiera hacer que la gente dedujera que una
mujer bien maquillada fuera capaz, confiable y amable.
El estudio
fue financiado por Procter & Gamble -que posee líneas de
maquillaje-, pero investigadores como Etcoff y otros de la Universidad
de Boston y del Instituto del Cáncer Dana-Faber fueron los responsables
de su diseño y ejecución.
Las 25 mujeres del estudio, de entre 20
y 50 años, blancas, afroamericanas e hispanas, fueron fotografiadas sin
ningún cosmético y con tres maquillajes diferentes que los
investigadores llamaron natural, profesional y glamoroso. Ciento
cuarenta y nueve adultos juzgaron cada una de las fotos durante 250
milésimas de segundo, tiempo suficiente para realizar un juicio rápido.
Luego, 119 adultos tuvieron un tiempo ilimitado para observar las mismas
caras.
Los participantes juzgaron a las mujeres maquilladas con
varias intensidades de contraste lumínico (palabras que expresan cuánto
se destacan los labios y los ojos comparados con la piel) como más
aceptables que las no maquilladas.
"Estoy un poco sorprendido de
que esta relación se aplique, incluso, a la apariencia muy glamorosa",
afirmó Richard Russell, profesor de psicología del Gettysburg College.
"Si traigo a mi mente una mujer altamente competente, digamos, Hillary
Clinton, no pienso en mucho maquillaje. Pero ella está a menudo en
escena, así que, según lo que sé, se debe maquillar mucho."
El doble filo del glamour
Pero
en el aspecto glamoroso no todas son rosas. "Si uno utiliza una
apariencia glamorosa, debería saber que se ve muy atractiva" a primera
vista, aseguró Etcoff, autora de La supervivencia de las más lindas, en
el que sostuvo que buscar la belleza es tanto un imperativo biológico
como cultural. Así como el atuendo para asistir a una reunión de trabajo
es diferente del que uno se pondría para ir a un nightclub, así, se
puede elegir el maquillaje estratégicamente de acuerdo con la agenda.
"Hay
veces en que uno quiere dar una impresión poderosa de: «Yo soy la que
manda acá», y las mujeres no deberían temer eso", y usar un color de
labios más profundo que podría verse brilloso y aumentar la luminosidad,
dijo Sarah Vickery, otra de las autoras del estudio y científica de
Procter & Gamble. "Otras veces, uno quiere dar un mensaje más
equilibrado, de mayor colaboración."
En ese caso, sugirió optar
por tonos de labios que sean de claros a moderados en la saturación del
color, dando contraste a la piel facial, pero que no sean brillosos.
Algunas
mujeres no consideraron los hallazgos del estudio como un progreso. "No
utilizo maquillaje ni quiero pasarme 20 minutos aplicándolo", comentó
Deborah Rhode, profesora de derecho de la Universidad de Stanford, que
escribió La parcialidad de la belleza, en el que se detalla cómo la
apariencia afecta injustificadamente a algunas trabajadoras. "La calidad
de mi enseñanza no debería depender del color de mi lápiz de labios o
de si uso o no máscara para las pestañas."
Aseguró que no está en
contra de la belleza, pero sí "contra nuestra preocupación y contra
cómo los juicios sobre la atracción se convierten en sentencias sobre la
competencia y el rendimiento laboral".
Etcoff sostuvo que ha
habido un cambio de ideas sobre el arreglo personal que incluye al
maquillaje. "Hace 20 o 30 años si uno se arreglaba, era simplemente para
agradar a los hombres o era algo que se hacía porque la sociedad lo
exigía. Hoy las mujeres y feministas ven esto como una elección personal
y que puede ser una herramienta efectiva."
Vickery agregó que
los cosméticos pueden cambiar significativamente la forma en que la
gente lo ve a uno, hacer que la gente piense que uno es elegante o
cálido y accesible en una primera impresión. Y agregó que la apariencia
está bajo el control de cada mujer, mientras que hay tantas otras cosas
que uno no puede controlar.
Daniel Hammermesh, profesor de
economía de la Universidad de Texas, opinó que la conclusión de que las
mujeres maquilladas son más simpáticas o socialmente más cooperativas
tiene sentido porque "relacionamos el aspecto y el deseo de cuidarse con
el de cuidar a los demás".
Hammermesh, autor de La belleza
rinde, aseguró que desearía que la gente bien parecida no fuera tratada
de manera diferente, pero, agregó, él es realista. "Como cualquier otra
cosa que la sociedad premia, la gente tomará ventaja de ello", dijo del
maquillaje. "Sería un mundo más justo si la belleza no fuera
recompensada pero, lo es."
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